La procrastinación es un problema común en la vida de muchas personas. A menudo nos encontramos posponiendo tareas importantes, perdiendo el tiempo con distracciones innecesarias y dejando para último momento lo que deberíamos hacer ahora. Aunque la procrastinación puede parecer inofensiva al principio, sus consecuencias pueden ser perjudiciales tanto a nivel personal como profesional. ¿Por qué seguimos cayendo en la tentación de posponer nuestras responsabilidades? ¿Cómo podemos evitar las graves consecuencias de la procrastinación? En este artículo, exploraremos los peligros de la procrastinación y ofreceremos consejos prácticos para superar este hábito improductivo.
¿Qué es la procrastinación?
La procrastinación es un término familiar para la mayoría de las personas. Todos hemos pospuesto alguna tarea en algún momento, ya sea algo tan pequeño como lavar los platos o tan importante como presentar un informe crucial en el trabajo. Sin embargo, la procrastinación no es simplemente postergar una tarea; tiene consecuencias a largo plazo que pueden afectar nuestra salud mental, nuestro bienestar y nuestro éxito. En esta sección, exploraremos en detalle qué es la procrastinación y cómo puede afectarnos.
Definición de la procrastinación
La procrastinación es un término que se refiere a la acción de postergar o dejar una tarea o actividad para un momento futuro, prefiriendo en cambio hacer otra cosa que nos resulte más placentera en el momento. El problema de la procrastinación es que, aunque puede parecer inofensiva en pequeñas dosis, puede convertirse en un hábito tóxico que nos impide cumplir con nuestras obligaciones y metas a largo plazo.
La procrastinación puede ser una respuesta a diversos factores, como el miedo al fracaso o la falta de motivación. A menudo, las personas que procrastinan experimentan sentimientos de ansiedad y estrés, lo que puede llevarlos a evitar las tareas que consideran estresantes o abrumadoras.
Aunque procrastinar puede parecer una forma de escapar de la presión o responsabilidad, esta conducta puede tener graves consecuencias en nuestra vida cotidiana. La procrastinación puede resultar en una baja productividad y una disminución de la calidad del trabajo que realizamos, ya que a menudo nos hace realizar tareas de forma apresurada sin tomarnos el tiempo necesario para hacerlas bien.
La procrastinación puede llevarnos a perder valiosas oportunidades, tanto personales como profesionales. Cuando evitamos tomar medidas para lograr nuestras metas, es posible que nos perdamos importantes oportunidades de trabajo, proyectos o relaciones.
Por último, la procrastinación también puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental. A menudo, las personas que procrastinan experimentan niveles más altos de estrés y ansiedad, que pueden resultar en problemas de salud más graves, como la depresión.
Afortunadamente, existen formas de evitar la procrastinación y desarrollar hábitos más productivos y saludables. Identificar los hábitos tóxicos y hacer cambios para superarlos es clave para superar la procrastinación.
En la siguiente sección, veremos algunas de las formas más efectivas de evitar la procrastinación y aumentar nuestra productividad y bienestar.
Ejemplos comunes de procrastinación
La procrastinación es más común de lo que podrías imaginar. Es muy fácil encontrar una excusa para no hacer una tarea, especialmente si no es una tarea agradable. Algunos ejemplos comunes de procrastinación incluyen:
- Posponer hacer ejercicio físico: Es fácil caer en esta trampa. Puede que te hayas propuesto comenzar a hacer ejercicio, pero siempre hay algo más que parece más importante o más fácil de hacer. Podrías estar procrastinando tu rutina de ejercicios y, como resultado, perjudicando tu salud y bienestar.
- Dejar las tareas domésticas para después: A menudo, es tentador dejar las tareas domésticas para más tarde, especialmente si no te gusta hacerlas. ¿Por qué lavar los platos ahora si puedes hacerlo después? Sin embargo, esta actitud solo lleva a una mayor acumulación de trabajo y una sensación de abrumamiento que te impide empezar.
- Posponer una tarea importante en el trabajo: Es fácil procrastinar en el trabajo, especialmente si tienes una tarea importante que te da miedo o que sabes que te tomará mucho tiempo. Pero dejarla para más tarde solo te llevará a más estrés y a correr el riesgo de no cumplir con el plazo.
- Postergar el inicio de un proyecto creativo: Es posible que tengas un proyecto creativo que te apasione, como escribir una novela o pintar un cuadro. Sin embargo, puede que te cueste empezar, y que te sientas tentado a procrastinar. Pero cuanto más pospongas el inicio, más difícil será comenzar.
- Perder el tiempo en redes sociales: Las redes sociales son una forma fácil de procrastinar. Es muy fácil pasar horas navegando por Instagram o TikTok, pero esa energía podría ser mejor aprovechada haciendo algo más productivo.
Estos son solo algunos ejemplos de procrastinación, pero hay muchos más. Identificar tus propias tendencias procrastinadoras es el primer paso para superarlas y empezar a ser más productivo.
Peligros de la procrastinación
Ser un procrastinador puede tener consecuencias peligrosas que van más allá de la simple falta de productividad. Si eres uno de los muchos que posponen las tareas importantes, es importante que entiendas los peligros asociados con la procrastinación. Desde el estrés y la pérdida de oportunidades hasta los efectos en la salud, la procrastinación puede afectar seriamente tu vida en muchos aspectos. En esta sección, exploraremos en detalle los varios peligros que conlleva la procrastinación.
Procrastinación y estrés
La procrastinación y el estrés tienen una relación muy cercana y a menudo se retroalimentan mutuamente. Cuando posponemos una tarea, estamos creando una presión adicional en nosotros mismos para completarla en un tiempo más reducido, y esto puede generar ansiedad y estrés. Esto, a su vez, puede dificultar aún más la capacidad de comenzar la tarea en cuestión, lo que nos lleva a posponerla aún más.
El estrés puede ser un potente motivador, pero también puede ser un obstáculo para la productividad. Cuando estamos estresados, nuestras mentes están llenas de preocupaciones e inquietudes, lo que puede dificultar la concentración y el enfoque en las tareas que tenemos por hacer. Si nos sentimos abrumados por nuestra lista de tareas pendientes, puede ser difícil saber por dónde empezar y es más probable que caigamos en el ciclo de procrastinación nuevamente. Esta constante procrastinación no solo nos impide ser productivos, sino que también puede afectar nuestra salud mental y emocional a largo plazo.
La siguiente tabla resume algunos de los efectos negativos de la procrastinación y el estrés en nuestra vida diaria:
Procrastinación | Estrés |
Aumenta la cantidad de trabajo pendiente | Causa ansiedad y preocupación |
No permite aprovechar el tiempo efectivamente | Limita la capacidad de concentración y enfoque |
Reduce el sentido de logro y autoestima | Puede desencadenar reacciones físicas no deseables |
Aumenta el riesgo potencial de fracaso | Puede generar insomnio y fatiga |
Es importante hacer frente a tanto la procrastinación como el estrés de una manera saludable y constructiva. Los siguientes enlaces pueden ayudarte a superar estos obstáculos:
– Cómo dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar
– Cómo romper el ciclo de la autocritica
– Cómo superar la adicción a la tecnología
– Dejar de compararte: encontrar tu felicidad única
Procrastinación y baja productividad
Cuando procrastinamos, estamos limitando nuestra propia productividad. Esto se debe a que estamos posponiendo tareas que deben ser realizadas en un momento específico, lo que puede crear un efecto dominó en nuestro trabajo diario. Estos son algunos de los peligros asociados a la procrastinación y su impacto en la productividad:
- Pérdida de tiempo: Una de las principales formas en que la procrastinación afecta la productividad es a través de la pérdida de tiempo. Cuando posponemos una tarea, estamos desperdiciando el tiempo que podríamos estar usando para hacer algo más. Es fácil pensar que tenemos tiempo de sobra, pero cada minuto que pasa sin hacer nada es un minuto perdido que no podemos recuperar.
- Acumulación de tareas: Otra forma en que la procrastinación afecta la productividad es la acumulación de tareas. Si posponemos una tarea por demasiado tiempo, puede acumularse con otras tareas pendientes, lo que puede ser abrumador y hacer que nuestro trabajo se sienta interminable. En lugar de tener que hacer una tarea, ahora tenemos varias que debemos completar en un plazo muy ajustado, lo que puede llevar a un trabajo apresurado e incompleto.
- Reacciones en cadena: A veces, posponer una tarea puede tener consecuencias imprevisibles. Por ejemplo, si no atendemos una tarea importante a tiempo, esto puede afectar a otras personas que dependen de nosotros para completar su propio trabajo. También puede crear una reacción en cadena de eventos que nos impedirán completar nuestro trabajo de manera efectiva y productiva.
Es importante tener en cuenta que las oportunidades de trabajo son limitadas. Cuando procrastinamos, estamos desaprovechando la oportunidad de hacer algo importante. Si queremos ser productivos, debemos comenzar a hacer las tareas que necesitamos hacer y dejar de posponerlas. De esta manera, podemos mejorar nuestra eficiencia, aumentar nuestra productividad y desarrollar una mayor confianza en nuestras habilidades.
Procrastinación y oportunidades perdidas
Cuando procrastinamos, corremos el riesgo de perder oportunidades importantes en nuestra vida personal y profesional. Es posible que posterguemos tareas importantes en el trabajo, lo que puede llevarnos a perder oportunidades de ascenso o de conseguir nuevas responsabilidades.
En la vida personal, puede que dejemos de lado planes importantes con amigos y familiares. Tal vez posterguemos la planificación de un viaje que llevamos deseando durante años, y en consecuencia, terminemos perdiendo la oportunidad de hacerlo o pagar más de lo que podríamos haberlo hecho si lo hubiéramos planificado con antelación.
Aquí te presentamos una tabla donde se muestran las distintas oportunidades que puedes perder al procrastinar:
En el trabajo | En la vida personal |
Ascensos | Planes importantes con amigos o familiares |
Más responsabilidades | Posibilidad de viajar a lugares que siempre has querido visitar |
Proyectos interesantes | Actividades que siempre has deseado realizar |
Desarrollo profesional | Chances de hacer nuevas amistades |
Como puedes ver, las oportunidades perdidas al procrastinar son variadas y van más allá de la pérdida de tiempo. Los efectos pueden ser duraderos y pueden tener un impacto importante en nuestro bienestar emocional y en nuestra vida. Es importante tomar medidas para superar la procrastinación y aprovechar todas las oportunidades que se presenten.
Procrastinación y efectos en la salud
La procrastinación no solo afecta nuestra productividad y oportunidades, sino también nuestra salud. Cuando procrastinamos, nuestro cuerpo se estresa y libera hormonas como el cortisol que pueden tener efectos a largo plazo en nuestra salud. Aquí hay algunas formas en que la procrastinación puede afectar nuestra salud:
- Problemas de sueño: La procrastinación puede interrumpir nuestro sueño y hacer que tengamos problemas para conciliar el sueño o despertarnos. Esto puede llevar a cansancio durante el día y afectar la capacidad cognitiva.
- Problemas digestivos: El estrés de la procrastinación puede afectar la digestión y causar problemas estomacales como el síndrome del intestino irritable.
- Mayor riesgo de enfermedades cardíacas: El estrés crónico de la procrastinación puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas e hipertensión.
- Mayor riesgo de depresión: La procrastinación puede aumentar los sentimientos de ansiedad y depresión, lo que a su vez puede llevar a una peor salud mental.
Es importante tener en cuenta cómo la procrastinación puede afectar nuestra salud a largo plazo. Tomar medidas para evitar la procrastinación puede no solo mejorar nuestra productividad sino también nuestra salud tanto física como mental.
Cómo evitar la procrastinación
Llegar a la conclusion de que necesitas combatir la procrastinación es un gran paso, pero saber cómo evitarla puede ser desafiante. Si deseas hacer cambios positivos en tu vida y dejar de posponer tareas importantes, te invitamos a seguir los consejos que te presentamos a continuación. Estos consejos te ayudarán a identificar las causas de la procrastinación y a establecer una serie de hábitos y rutinas para aumentar tu productividad. Con compromiso y disciplina, puedes superar la procrastinación y lograr el éxito en todas tus metas.
Identificar las causas de la procrastinación
Uno de los pasos más importantes para evitar la procrastinación es identificar las causas subyacentes detrás de este comportamiento. Para lograrlo, es necesario hacer una autocrítica honesta y reflexionar sobre nuestras actitudes y pensamientos. A continuación, una tabla con algunas posibles causas de la procrastinación y cómo identificarlas:
Causa | Señales |
---|---|
Miedo al fracaso | Evitar tareas que impliquen riesgo o incertidumbre; posponer trabajos importantes por miedo a no cumplir con las expectativas |
Perfeccionismo | Postergar tareas para evitar cometer errores; dedicar demasiado tiempo a detalles innecesarios; sentirse insatisfecho con el resultado final |
Falta de motivación | Desinterés por la tarea; aburrimiento o cansancio mental; sentir que la tarea no tiene sentido o no es relevante |
Distracciones externas | Posponer tareas para revisar redes sociales, emails o cualquier otra actividad que distraiga |
Procrastinación crónica | Posponer tareas con regularidad; dificultad para concentrarse y mantener el enfoque en una tarea por periodos prolongados de tiempo |
Identificar la causa específica que provoca la procrastinación es crucial para encontrar una solución efectiva. Por ejemplo, si la causa es el miedo al fracaso, puede ser útil construir paso a paso la tarea o buscar ayuda externa para reducir la ansiedad. Si la causa es la falta de motivación, se puede tratar de encontrar una razón personal para llevar a cabo la tarea o buscar la manera de hacerla más interesante o significativa. Al conocer las causas de tu procrastinación, podrás abordarlas de una manera más efectiva y trabajar hacia la eliminación de este hábito tan dañino.
Establecer metas y plazos realistas
Para evitar caer en la procrastinación, una estrategia efectiva es establecer metas y plazos realistas. La fijación de objetivos claros y alcanzables puede ayudarte a mantenerte enfocado y motivado para completar tus tareas. Aquí te brindamos algunos consejos para establecer tus metas y plazos de manera efectiva:
Consejo | Descripción |
---|---|
1 | Establece metas específicas y medibles |
2 | Divide tus objetivos en tareas más pequeñas y manejables |
3 | Asigna plazos realistas para cada tarea |
4 | Ajusta tus plazos y metas según sea necesario |
5 | Establece recompensas para ti mismo al alcanzar tus objetivos |
Es importante tener en cuenta que tus metas y plazos deben ser realistas y alcanzables. No te pongas objetivos demasiado ambiciosos y no te satures con demasiadas tareas a la vez. Si te sobreestimas a ti mismo, es más probable que sientas estrés y termines procrastinando aún más. Es mejor tener menos tareas en tu lista y poder completarlas todas de manera efectiva, que tener una larga lista de tareas que te abrumen.
Es posible que debas ajustar tus metas y plazos a medida que avanzas en tus tareas. Si te das cuenta de que has subestimado el tiempo necesario para completar una tarea en particular, no dudes en ajustar tu plan y establecer un nuevo plazo más realista.
Finalmente, una forma útil de motivarte para completar tus tareas a tiempo es estableciendo recompensas para ti mismo. Cuando alcances una meta o completes una tarea importante, tómate un momento para celebrar y darte un pequeño premio. Esto te ayudará a mantener la motivación y evitar la procrastinación en el futuro.
Crear hábitos y rutinas productivas
Uno de los factores importantes para evitar la procrastinación es crear hábitos y rutinas productivas. Cuando se establecen hábitos y rutinas efectivas, se puede trabajar de manera más organizada y eficiente para alcanzar los objetivos establecidos.
Crear un horario es un buen punto de partida para establecer hábitos y rutinas productivas. Un horario ayuda a tener claridad sobre qué tareas deben realizarse y en qué momento. Para hacerlo, puede utilizar una tabla de horarios que permita visualizar las tareas a lo largo del día.
Evitar distracciones también es fundamental para establecer una rutina productiva. Es importante evitar las distracciones del teléfono celular, redes sociales o correos electrónicos, para no perder el enfoque en las tareas que se deben realizar.
Establecer objetivos diarios también puede ser de gran ayuda para crear una rutina productiva. Al establecer objetivos diarios, se puede saber exactamente qué tareas se deben realizar y se pueden ajustar mejor las horas de trabajo.
Es importante establecer un entorno de trabajo adecuado. Este entorno debe ser lo más cómodo y tranquilo posible para que se pueda trabajar a gusto sin interrupciones. Una silla cómoda, una buena iluminación y temperatura adecuada son algunos de los factores a tener en cuenta.
Tabla de ejemplo:
| Acción | Beneficio |
|——————————|———————————————|
| Crear un horario | Organización de las tareas |
| Evitar distracciones | Mayor enfoque en las tareas |
| Establecer objetivos diarios | Claridad sobre qué tareas se deben realizar |
| Establecer un entorno adecuado | Trabajar cómodamente sin interrupciones |
Crear hábitos y rutinas productivas puede ser un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, pero es fundamental para combatir la procrastinación y aumentar la productividad. Si se dedica el tiempo necesario para establecer estas rutinas, se puede lograr un mayor cumplimiento de las metas y objetivos personales y laborales.
Aprender a priorizar tareas
La habilidad de priorizar tareas es esencial para evitar la procrastinación y lograr metas de manera efectiva. Saber qué tareas son más importantes, cuáles son urgentes y cuáles pueden esperar, puede ayudarte a ser más productivo y evitar sentirte abrumado.
¿Cómo puedes aprender a priorizar tus tareas?
Consejo | Descripción |
---|---|
Identifica tus objetivos y metas a largo plazo | Antes de empezar cualquier tarea, reflexiona sobre tus metas y objetivos a largo plazo. Esto te ayudará a priorizarlas según su importancia. |
Evalúa la urgencia de cada tarea | Pregúntate cuáles son las tareas más urgentes que deben ser completadas inmediatamente. Divide las otras tareas en las que son importantes, pero no urgentes y en las que no son ni importantes ni urgentes. |
Prioriza según el impacto en tus objetivos | Las tareas que tengan un mayor impacto en tus objetivos a largo plazo deberían ser las tareas más importantes. Si una tarea no contribuye a tus objetivos a largo plazo, probablemente no sea una prioridad. |
Establece plazos límite realistas | Establecer plazos límite realistas para cada tarea te ayudará a priorizarlas en función de su importancia y urgencia. Asegúrate de no establecer plazos imposibles de cumplir, ya que esto puede generar más estrés y aumentar la procrastinación. |
Reevalúa tus prioridades regularmente | Las prioridades pueden cambiar con el tiempo, por lo que es importante revisar y reevaluar tus tareas prioritarias regularmente. Esto te ayudará a mantener el enfoque en tus objetivos y asegurarte de estar trabajando en lo más importante en cada momento. |
Recuerda que aprender a priorizar tus tareas es un proceso que requiere práctica y paciencia. A medida que adquieras más experiencia, te resultará más fácil identificar las tareas más importantes y tomar decisiones más efectivas sobre cómo y cuándo trabajar en ellas.
Tomar descansos regulares
Es importante tomar descansos regulares cuando se trata de evitar la procrastinación. Aunque puede parecer contradictorio, tomarse un descanso puede ayudar a mantenerse enfocado y productivo a largo plazo. Aquí hay algunas formas en que tomar descansos regulares puede ser beneficioso:
- Aumenta la energía: Tomar un descanso corto puede aumentar los niveles de energía y ayudar a reducir la fatiga. Puede ser útil programar descansos cada vez que te encuentres luchando por mantener la concentración.
- Reduce el estrés: La procrastinación y el estrés están estrechamente relacionados. Tomar descansos regulares puede ayudar a reducir el estrés y prevenir la procrastinación resultante.
- Refresca la mente: Tomarse unos minutos para alejarse de una tarea puede ayudar a refrescar la mente y revitalizar la creatividad. Esto puede ser especialmente útil si estás trabajando en una tarea que requiere mucha atención y esfuerzo mental.
Sin embargo, es importante recordar que los descansos no deben convertirse en una forma de procrastinación en sí mismos. Programar descansos regulares y cortos es útil, pero debes asegurarte de volver a la tarea una vez que el tiempo de descanso haya terminado. En lugar de distraerte en las redes sociales o en otras actividades que no están relacionadas con el trabajo, utiliza el tiempo de descanso para apartarte del escenario y recargar tu energía.
No ser demasiado duro contigo mismo
Es importante tener presente que todos somos humanos y, en ocasiones, podemos sentirnos abrumados por la cantidad de trabajo que tenemos por hacer. En lugar de ser demasiado duro contigo mismo y castigarte por procrastinar, trata de entender que es algo normal y que puedes trabajar en solucionarlo.
A continuación, te presentamos algunos consejos para no ser demasiado duro contigo mismo:
- Perdona tus errores: Recuerda que es normal cometer errores y tener contratiempos. En lugar de culparte por procrastinar, perdónate y busca la manera de seguir adelante.
- Habla contigo mismo de manera positiva: Al hablar contigo mismo, utiliza un lenguaje positivo y edificante. Por ejemplo, en lugar de decirte «Soy un procrastinador terrible», di «Hoy estoy teniendo problemas para concentrarme, pero estoy trabajando en ello».
- Celebra tus éxitos: No olvides tomar un momento para celebrar tus logros, incluso si son pequeños. Reconocer tus éxitos te dará la motivación para seguir trabajando hacia tus metas.
- Recuerda tus fortalezas: En lugar de centrarte en tus debilidades y en los momentos en que procrastinas, recuerda tus fortalezas y lo que has logrado. Esto te ayudará a mantener una perspectiva positiva y a enfocarte en el progreso que has logrado.
Recuerda que no eres perfecto y que la procrastinación es algo que puede afectar a cualquiera. Aprende a no ser demasiado duro contigo mismo y a centrarte en el progreso y el aprendizaje en lugar de en la perfección.
Conclusión
Después de explorar los peligros de la procrastinación y cómo evitarla, es importante recordar que la superación de este hábito no es un proceso fácil y rápido. Requiere práctica, paciencia y compromiso constante.
Es importante tener en cuenta que:
– La procrastinación no es un defecto personal sino un problema que afecta a muchas personas, y no hay nada de malo en pedir ayuda si se necesita.
– La procrastinación no se resolverá de la noche a la mañana, sino que se necesita un esfuerzo constante para superarla.
– No importa cuánto se luche contra la procrastinación, habrá momentos en los que se caerá en ella. Lo importante es aprender de estos fallos y seguir adelante.
– Al evitar la procrastinación y mejorar nuestra productividad, se pueden lograr grandes cosas y alcanzar metas a largo plazo.
En resumen, la procrastinación puede tener efectos negativos en nuestra salud mental y física, así como en nuestra productividad y oportunidades. Sin embargo, aunque superar este hábito no es fácil, podemos seguir estos consejos para evitarla y disfrutar de una vida más productiva y satisfactoria.
Preguntas frecuentes
¿Es la procrastinación un problema grave?
Sí, la procrastinación puede tener efectos negativos en la salud mental, física y en la productividad.
¿Por qué procrastinamos?
Las causas pueden ser diversas, desde la falta de motivación hasta la ansiedad o el miedo al fracaso.
¿Cómo puedo saber si estoy procrastinando?
Si pospones tareas importantes, te distraes fácilmente o tienes dificultades para concentrarte en el trabajo, es posible que estés procrastinando.
¿Cuáles son algunos ejemplos comunes de procrastinación?
Posponer el inicio de un proyecto, dejar las tareas pendientes para el último minuto, y evitar tomar decisiones difíciles son algunos ejemplos de procrastinación.
¿Cómo puede la procrastinación afectar mi salud mental?
La procrastinación puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, y disminuir la autoestima y la motivación.
¿Cómo puede la procrastinación afectar mi salud física?
La procrastinación puede provocar falta de sueño, alimentación poco saludable y sedentarismo, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
¿Cómo puedo establecer metas y plazos realistas?
Debes evaluar el tiempo que necesitas para completar una tarea y ajustar tus expectativas en consecuencia. También es importante organizar tu agenda y hacer un seguimiento regular de tus progresos.
¿Es recomendable tomar descansos durante el trabajo?
Sí, los descansos regulares son importantes para mantener la productividad y reducir los niveles de estrés. Puedes programar breves descansos para estirarte, respirar profundamente o meditar.
¿Es necesario ser demasiado duro contigo mismo para evitar la procrastinación?
No, ser demasiado duro contigo mismo solo aumentará el estrés y la ansiedad, y puede provocar una mayor procrastinación. En su lugar, trata de ser compasivo contigo mismo y celebra tus logros, por pequeños que sean.
¿Qué debo hacer si la procrastinación se convierte en un hábito?
Si la procrastinación se convierte en un patrón, puede ser útil acudir a un consejero o terapeuta para obtener ayuda profesional. También puedes considerar unirse a un grupo de apoyo o seguir un programa de coaching para la procrastinación.